Capítulo I: Imagen y belleza: Vanidad o conformismo

La belleza ha sido subvalorada como una condición de vanidad. Sin embargo, lo opuesto puede llegarse a considerar como condición de conformismo o de resistencia al cambio, que puede ser nocivo en el desarrollo de una persona. Por ello, este capítulo muestra una breve discusión personal de las diferencias entre varios términos que muchas veces se confunden y centrar el verdadero concepto que vincula a las cualidades que adornan la condición humana.

 

 

La conceptualización en discusión de la bellezaImagen

 

De uno de los medios electrónicos que se encuentran a disposición, denominado Wikipedia, la belleza es una noción abstracta ligada a numerosos aspectos de la existencia humana. Según la fuente antes mencionada, este concepto es estudiado principalmente por la disciplina filosófica de la estética, pero también es abordado por otras disciplinas como la historia, la sociología y la psicología social.

De este primer punto, cabe destacar que inicialmente se dice que es una noción, es decir, es una idea u conocimiento que se tiene acerca de algo. Si lo integramos a lo anterior queda lo siguiente: la belleza es una idea o conocimiento de lo bello. Pero el conocimiento es un término mucho más complejo que, a término general, es un conjunto de información que ilustra el pensamiento de una persona. Entonces para conocer la belleza, se debe informar acerca de todo lo que esto implica.

Otro aspecto a destacar es que la belleza es abstracta, quiere decir que no tiene forma precisa en el pensamiento de las personas, los cuales crean figuras “tipo” de lo que personalmente consideran bello y de esta manera surgen los estereotipos. Un estereotipo, etimológicamente proviene de la palabra griega stereos que significa sólido y typos que significa marca, dicho de otra manera, aceptada por la mayoría como patrón o modelo de cualidades o de conducta. De esta manera se puede interpretar que la belleza debe ser primero parte de una experiencia sensorial (percepción) procura una sensación de placer o un sentimiento de satisfacción.

Por ello, también se le suma a todo lo expuesto, tomando como base lo expresado por Wikipedia, que la belleza proviene de manifestaciones tales como la forma, el aspecto visual, el movimiento y el sonido, aunque también se la asocia, en menor medida, a los sabores y los olores. En esta línea y haciendo hincapié en el aspecto visual, Tomás de Aquino define lo bello como aquello que agrada a la vista (quae visa placet).

A todo lo anterior, esto quiere decir que el concepto de belleza no necesariamente parte de lo que los demás piensan, sino más bien de lo que los demás ven. De allí se parte del pensamiento que si la belleza es lo que los demás bien y que agrada a la vista, parte de adentro de cada uno de nosotros y se expresa en el exterior. La belleza va en dirección del interior y el exterior, pero no sale de modo espontáneo sino que viene a razón de un conocimiento (que es un proceso que se lleva a cabo internamente por cada persona)

Como punto culminante de lo planteado por el medio, la percepción de la «belleza» a menudo implica la interpretación de alguna entidad que está en equilibrio y armonía con la naturaleza y puede conducir a sentimientos de atracción y bienestar emocional. Debido a que constituye una experiencia subjetiva, a menudo se dice que «la belleza está en el ojo del observador». En su sentido más profundo, la belleza puede engendrarse a partir de una experiencia de reflexión positiva sobre el significado de la propia existencia.

De allí que, una serie de pautas que se plantean dentro de este manual viene concentrado en que la belleza implica la armonía en una serie de elementos que se reúnen para integrar a una persona atractiva los demás pero que internamente también se siente bien consigo, misma lo cual es sinónimo de bienestar. Toda la obra se concentran en aspectos que valorizan tanto al aspecto externo, como una prueba de estar conformes y en armonía como a nutrir aun más lo interno, que la raíz de donde se basa mi concepto.

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