Un estudioso de la belleza: Leonardo Da Vinci

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Como ya se ha dicho anteriormente, el propósito de este manual es buscar el verdadero significado de la belleza. Es por ello que se presentan diferentes personajes que representan una faceta de ella. En este momento se menciona a una persona que, desde mi perspectiva personal y quizás del de muchos, representa al genio de todos los tiempos. Y este no es otro que Leonardo Da Vinci.

            Leonardo fue reconocido como una persona que desarrolló diferentes facetas, las cuales le dio la divina destreza de ejercerla y convertirse en representante para mucho de los oficios. Unos de los más resaltantes fue el de pintor y escultor. Menudamente se presentan en muchos lugares sus grandes obras pero muy poco se sabe de lo que el mismo pensaba al momento de hacerla. Hubo una persona que se dio a la tarea de resumir este pensamiento en hábitos o principios que distinguían el llamado “Pensamiento Davinsoniano”, el cual desarrolló un libro que lleva por nombre “Inteligencia Genial”. Este fue Michael Helb.

            En uno de sus principios explicados en su obra se encuentra uno, específicamente, que ilustra lo que se busca con la concepción de la belleza vista por el ojo de Leonardo: La corporalitá (Corporalidad en italiano). Gelb definió a este principio Davinsoniano como “El cultivo de la gracia, la ambidestreza, la condición física y el porte. Según lo cuenta el autor, Leonardo no era uno de los genios tal como lo hemos estereotipado en nuestra sociedad: “Personas de poca gracia y descuidadas, flacuchentas, de cuatro ojos”

            Este menciona que el genio era alabado por otras personas por su “gran belleza física…y su gracia más que infinita en cada una de sus acciones” (Vasari citado por Gelb 1999: 211). Otro atributo de la belleza, entonces, queda definida por Gelb como “gracia”. La gracia es una cualidad que se le aporta a una persona que se percibe agradable o atractiva”

            Muchas veces la belleza la denominamos como esta definición, como un atractivo. Pero dice claramente también que es una cualidad que acompaña a un elemento mucho más grande. Cuando cultivábamos la belleza simplemente incrementamos la gracia, el atractivo, nos volvemos agradables a los demás. La vanidad, en cambio, nos hace creer hermosos pero esa belleza es opacada por la falta de gracia, lo cual conlleva a perder los beneficios de esta.

            A Leonardo se le atribuyen el estudio de la perfección de la figura humana. Basta con observar la Mona Lisa o el David, para darse cuenta de que manera percibía la belleza este genio. Pero además podemos observar que la pintura (el cual es una representación bidimensional o plana) y la escultura (representación tridimensional o espacial) de este artista las hacía para que cualquiera que las mirara se perdiera en la sensación de las emociones con las que la creaba. Le daba una vida única y mágica a cada una de ellas.

            El sabía que si no hacia eso no pasaría de ser un pedazo de lienzo pintado o de roca tallada. En el caso de la belleza humana, no puede ser concebida como un elemento bidimensional o tridimensional sino multidimensional. Cuando cultivamos la belleza, nos creamos los hábitos de la gente verdaderamente bella. Por eso es que anteriormente hice hincapié en una actitud, que es uno de los ingredientes, pero existen otras cosas que también son necesarias para alcanzar el grado de persona verdaderamente bella.

            La belleza, vista por el ojo de Leonardo tenia la gracia que Vasari manifestó en sus palabras. La belleza tiene un equilibrio cuerpo, alma y espíritu. No con esto doy pie a que la gente decida en este momento en inscribirse urgentemente en un gimnasio o que piense en irse a desarrollar un tratamiento estético. No, primero que todo conoce la belleza en lo profundo y luego, tú mismo sabrás que seguir. Sin embargo este manual te ayudará a orientarte en el cometido, en asumir el compromiso de volverte una persona verdaderamente bella.

            Paso a paso, por medio de mis líneas, quiero que llegues a lo profundo de ti. Verifica cada una de tus debilidades y fortalezas, para que puedas dominar con inteligencia lo que debes hacer para lograrlo. Te dará cuenta que puede que no tengas la postura que más te beneficia, o tus acciones hacer ver de ti eso que sabes que no eres. Eres realmente bella, pero eso es un poder, una capacidad que saldrá de tu interior y se reflejará en tu exterior.

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